Cuidados de la iguana

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Cuidados de la iguana.

Alimentación.

Una gran parte de los problemas de salud que afecta a las iguanas están relacionados con una dieta inadecuada.
Las iguanas son estrictamente herbívoras y más concretamente folívoras, es decir, se alimentan principalmente de hojas. En la naturaleza las iguanas pasan la mayor parte del día buscando y comiendo hojas de árboles y por lo tanto en cautividad hemos de intentar reproducir esa alimentación lo mejor posible. El siguiente diagrama muestra la proporción de alimentos en una dieta equilibrada:

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Hojas y vegetales verdes (60%): rúcala, canónigos, berza, endivia, brócoli, hojas de zanahoria, hojas de coliflor, berros, espinacas, perejil, apio, escarola, repollo, etc.

Legumbres y hortalizas (25%): la menestra congelada es una buena opción, maíz, guisantes, zanahorias, remolacha, batata, etc. Es importante que estén frescos o congelados y que los troceemos y lavemos un poco.
Frutas (15%): plátanos, pera, manzana, naranja, uvas, papaya, melón, kivi, mango, melocotón, higo, etc. Es importante que la fruta sea fresca, lavarla y trocearla.
Calcio: en cautividad las iguanas necesitan más calcio en la dieta de lo que podemos ofrecer sin suplementar; esto es debido a que las condiciones no son las mismas que en la naturaleza (no comen hojas de árboles tropicales. Es muy importante suplementar diariamente la ración con calcio. Hay multitud de productos especiales para reptiles pero es importante que sólo tenga calcio en su composición.
Frecuencia de alimentación: las iguanas baby hay que alimentarlas 2 veces al día hasta que midan unos 30cm, las iguanas que miden entre 30 y 60cm comen 6 días a la semana y las que miden más de 60cm deben comer 4 veces a la semana.
Las iguanas son estrictamente herbívoras: no deben comer nada de origen animal porque la proteína animal es muy perjudicial para sus riñones.
Los piensos comercializados para iguanas no están todavía muy contrastados pero si se usan debe ser solo en pequeñas proporciones, como complemento a la dieta anteriormente comentada, y asegurándose de que no contengan proteína de origen animal.

Terrario.

Una iguana baby puede mantenerse en un terrario de 100L pero rápidamente crecerá y cuando sea adulta será necesario fabricar un terrario o adquirir uno de más de 600L.
El suelo del terrario debe cubrirse con periódico o césped artificial, las virutas de madera, fibra de coco o corteza de árbol son materiales sucios que no podemos cambiar tan frecuentemente y que en algunos casos pueden ocasionar problemas a la iguana. Podemos tener varios pedazos de césped artificial e ir cambiándolos 3 ó 4 veces por semana.
El terrario ha de estar construido a lo alto y debe tener el siguiente mobiliario:

  • Varios troncos gruesos para que la iguana escale.
  • Bandeja con agua tan grande como para que pueda meter el cuerpo (la cola no es necesario).
  • No es conveniente poner plantas naturales porque se las comerá rápidamente y porque muchas plantas ornamentales pueden ser tóxicas.
  • Cuenco para la comida que no lo pueda volcar.
  • Fuentes de luz y calor.

Luz, temperatura y humedad

La luz y/o temperatura inadecuadas son causa frecuente de enfermedad en las iguanas.
Las iguanas son reptiles tropicales, es decir, necesitan una temperatura y luz constante durante todo el año, no hibernan. Si la iguana vive a una temperatura inferior a la adecuada no podrá hacer correctamente la digestión y los nutrientes de la dieta no podrá absorberlos bien; de hecho muchas iguanas no comen cuando están en un ambiente frío. La temperatura también es muy importante para su sistema inmune; una iguana que vive a una temperatura inferior a la adecuada tiene infecciones con facilidad.
La temperatura ambiente en nuestras casas es demasiado baja la iguana, por eso sólo permitiremos cortos “paseos” fuera del terrario.
El terrario no debe estar a una temperatura uniforme, debe haber un gradiente de temperatura. La zona de más temperatura durante el día debe ser calentada con una lámpara y debe alcanzar una temperatura de 35-40ºC. La zona más fría durante el día ha de estar a unos 27-30ºC. Durante la noche la temperatura no debe descender por debajo de los 25ºC, esto lo podemos conseguir con una manta térmica o bombilla infrarroja. Debemos evitar que la iguana pueda quemarse con alguna de las fuentes de calor y hay que poner al menos dos termómetros para saber a qué temperatura están las zonas fría y caliente del terrario día y noche.
La luz ultravioleta (UV) tipo B es esencial para que la iguana tenga vitamina D3, que es la que permite que el calcio de la dieta se absorba en el intestino. Si no hay Luz UVB es como si la iguana no tuviera calcio en la dieta. La fuente natural de UVB es la luz solar pero cualquier material, aunque sea transparente, impide el paso de UVB, es decir, la iguana ha de tomar luz solar directamente, no a través de cristal, metacrilato… Esto sólo es posible en determinadas estaciones del año acondicionando una instalación en el exterior. La forma más práctica de conseguir luz UVB es adaptar en el terrario alguna de las lámparas o fluorescentes que se comercializan especialmente para reptiles. Es necesario desechar la lámpara o fluorescente aproximadamente cada 8 meses aunque parezca que luzca con normalidad, porque la luz UVB va perdiendo eficacia con el paso del tiempo. La luz UVB ha de estar encendida de 12 a 14 horas diarias.
Las piedras calefactores no son recomendables porque muchas veces producen quemaduras.
La humedad ha de ser lo más alta posible. Lo conseguiremos con la bandeja de agua y pulverizando con agua al menos 3 veces al día.

Salud

Baño diario: es muy importante que la iguana tenga una bandeja con agua en el interior del terrario, como hemos dicho antes. La mayoría de las iguanas pasan largos ratos en el agua, donde se hidratan y en ocasiones defecan. Es necesario cambiar el agua de la bandeja todos los días.
Generalidades: las iguanas no son animales muy expresivos, y en consecuencia es más complicado para el propietario saber si hay algún problema; pero la pérdida de apetito, adelgazamiento, inactividad o cambio de color brusco son indicios de que algo no va bien y hay que acudir al veterinario sin demora.
Algunos machos son muy agresivos y es necesario esterilizarlos.
Revisión anual: Las iguanas, al igual que muchos otros animales exóticos, son capaces de ocultar una enfermedad debido a su condición natural de presa. Éste hecho hace que sea complicado saber a simple vista si una iguana está enferma. En la revisión anual se evalúan varios parámetros.
Algunas enfermedades frecuentes:

  • Enfermedad ósea metabólica: ocurre con niveles inadecuados de calcio y/o vitamina D3. Podemos observar fracturas/deformación de extremidades o boca, inapetencia, estreñimiento, abdomen abultado, temblores… Es necesario acudir al veterinario para corregir el déficit y problemas secundarios con un tratamiento adecuado.
  • Enfermedad renal: es difícil de diagnosticar y ocurre cuando por determinadas causas, por ejemplo deshidratación crónica (ambiente seco) o alimentación con productos de origen animal, el riñón deja de funcionar correctamente. Podemos observar inapetencia, deshidratación…
  • Imposibilidad para poner huevos: suele ser secundaria a otros problemas. Casi siempre es necesario operar.
  • Traumatismos: por accidentes en el terrario, caídas desde la ventana, atacadas por un perro…
  • Abscesos: masas llenas de pus debido a una infección. Es necesario desbridar el absceso quirúrgicamente e instaurar antibioterapia.
  • Prolapsos: se dice que hay un prolapso cuando se observa una porción de tejido que sale por la cloaca (ano). Éste tejido puede ser el útero, el recto o la propia cloaca, es una situación muy urgente y hasta llegar al veterinario hay que mantenerlo lo más limpio e hidratado posible. Podemos poner al animal en una caja con una toalla limpia en el fondo y limpiar frecuentemente con suero salino el tejido prolapsado hasta que lleguemos al veterinario.
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